A inicios del corriente año, Shell inauguro en Inglaterra, más precisamente en Fulham Road – Londres, la segunda electro gasolinera de la marca (la primera se encuentra en Francia), pasando a ser la primera en el pais. Reconvertida a partir de una antigua estación de servicio, la nueva estación cuenta con nueve cargadores de continua, cada uno con la capacidad de entregar un máximo de 175kW; corresponden a cargadores de la empresa Tritium, compañía Australiana con la que Shell firmó un acuerdo a fines del año pasado.
Las estaciones de carga super-rápidas son alimentadas con corriente 100% renovable y según asegura la compañía, podrán suplir a la gran mayoría de vehículos en plaza con una sesión de carga de 0% a 80% del estado de la bateria, en menos de 20 minutos.
Los usuarios buscan una experiencia de carga rápida, conveniente y sobretodo segura. Esto es exactamente lo que Shell pretende ofrecer
Vice presidente ejecutivo de Shell Movilidad, István Kapitány.
DISEÑO ECOLÓGICO
La electro gasolinera no solo cuenta con estaciones de carga de energía «verde», sino que el diseño de la estructura también acompaña esa filosofía que quiere transmitir Shell.
La estructura cuenta con paneles solares en el techo, generando parte de la energía consumida. A su vez, en vez de contar con una estructura de acero, se utilizaron laminas de madera, requiriendo mucha menos energía para la fabricación y el transporte
COMO SE USA Y CUAL ES EL COSTO?
El costo de la carga en la estación es de £0.49/kWh, que equivale a $29.03/kWh. Este costo es mayor que el que podemos encontrar hoy en la red de carga de UTE (incluso comparando la tarifa pico), pero teniendo el beneficio de que carga por lo menos 3 veces más rápido (comparado con los cargadores de continua que hoy están instalados en la red).
En cuanto al uso, se puede iniciar la sesión de carga mediante la aplicación de Shell, mediante una tarjeta de identificación (RFID) propia de la empresa o por medio de cualquier tarjeta bancaria. El costo es el mismo sin importar la forma de acceso. La ventaja que trae tener un usuario creado en la cuenta de Shell (y poder hacer uso o de la tarjeta RFID de Shell o de la app), es que a fin de mes llega la factura por toda la potencia consumida durante ese periodo, mientras que con la tarjeta bancaria, el monto se debita de la cuenta una vez finalizada la sesión.