Podemos dividir las estaciones de carga en dos grandes grupos: estaciones de carga AC (de corriente alterna) y estaciones de carga CC (de corriente continua).
Dentro de las estaciones de carga en alterna, las capacidades de carga van desde los 3,7 hasta los 44 kW, mientras que las capacidades de carga en las estaciones de continua logran alcanzar los 350 kW.
La energía eléctrica que proviene de la red de suministro es siempre en alterna; sin embargo, las baterías almacenan energía en forma de corriente continua. Para estaciones de carga AC, la corriente es convertida a corriente continua dentro del vehículo eléctrico, por medio de un rectificador que este tiene incorporado. En el caso de alimentar el vehículo en continua, la corriente es previamente convertida dentro de la estación de carga. Por ende, el suministro a ambos cargadores, es siempre en alterna, la diferencia radica en donde se lleva a cabo la conversión de energía.